Entonces el Señor me dijo: “Habla en mi nombre a estos huesos. Diles: ‘Huesos secos, escuchad este mensaje del Señor. El Señor os dice: Voy a hacer entrar en vosotros aliento de vida, para que reviváis. Os pondré tendones, os rellenaré de carne, os cubriré de piel y os daré aliento de vida para que reviváis. Entonces reconoceréis que yo soy el Señor.
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